Ginés Rubio 10/10/2012
Nada más comenzar este mes de Octubre muchos aficionados del
Fenerbahçe se concentraban frente a la casa de Alex Souza al grito de
“Traicionemos a los que traicionan a Alex”. Un chico sacó una camiseta de apoyo
al presidente Aziz Yildirim y le prendió fuego.
Era curioso, el apoyo ciego que
recibió el máximo mandatario a principios de año cuando estaba implicado como
líder de una red de amaño de partidos podría haberlo perdido con la decisión de
rescindir el contrato del capitán del equipo.
miércoles, 10 de octubre de 2012
"Traicionemos a los que traicionan a Alex"
Pero esto viene de atrás. El desencuentro comenzaba en la
previa de la Liga de Campeones en el partido que enfrentaba al Fenerbahçe y al
Spartak de Muscú. El mister, Aykut Kocaman no convocaba a Alex Souza, capitán y
jugador más querido por los aficionados del club de Estambul.
El mister lo justificaba con que Alex ya tenía 34 años y
tenia que ir cediendo minutos.
El brasileño, aprovechando la red social que tantos dolores
de cabeza ha terminado provocando a muchos famosos, se quedó a gusto criticando
al mister. Había comenzado la guerra.
La historia se fue desarrollando con relativa tranquilidad
hasta hace menos de un mes, en el partido de la fase de grupos de la Europa
League frente al Olimpique de Marsella. El conjunto Sarı
Kanarya ganaba en casa dos a cero
al término de la primera parte. Kocaman decidía cambiar al autor del segundo
gol, Alex, y terminarían empatando el partido a dos. Eso enciendo a los
aficionados que estaban en el Sükrü Saracoglu y comenzaron a lanzar cánticos en
contra del entrenador de su equipo.
Y el divorcio total llegó hace dos semanas, cuando el equipo
perdía de nuevo en casa 0-2 al descanso. El cambio era una vez más Alex y este
se duchó y se marchó a la grada, ni se planteó quedarse en el banquillo.
Al día siguiente Kocaman le llamaba a su despacho y le
comunicaba que estaba apartado del equipo. Podría parecer una medida
disciplinaria a priori, pero el propio entrenador disipaba cualquier duda
cuando le dijo que él era el que mandaba y que no quería tener en el vestuario
alguien con tanta fuerza como la que tenía el brasileño.
El jugador fue a hablar con el presidente Yildirim y a los
tres minutos salió, acababan de rescindir el contrato por mutuo acuerdo.
Un sueño de ocho años había acabado en solo tres minutos. Se marchaba una leyenda de la historia del club turco.
Pero la reacción de la afición a su marcha puede haber
puesto contra las cuerdas a Kocaman, que tampoco contaba ya con mucho apoyo de
los simpatizantes del Fenerbahçe.
Pero esta decisión controvertida lo es más si tenemos en
cuenta que, Alex, con 136 goles estaba solo a cinco de igualar el record de máximo
goleador del equipo, que, curiosamente lo tiene Aykut Kocaman. ¿Casualidad?
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